Andorra, un pequeño país con grandes ventajas, se ha convertido en un destino muy deseado para establecer la residencia. Sobre ella existen dos opciones: la residencia activa y la pasiva. Cada una tiene sus características y requisitos, adaptándose a las necesidades particulares de quienes buscan un nuevo lugar para vivir en este estado pirenaico. A continuación, analizamos ambos modelos.

La residencia activa en Andorra está pensada para trabajadores, empresarios, emprendedores y nómadas digitales. Para obtenerla se requiere cumplir con una serie de requisitos. Existen dos tipos de residencia activa: por cuenta propia y por cuenta ajena.

• Crear una empresa en Andorra o adquirir al menos el 20% de una ya existente. La empresa debe tener su sede principal en Andorra y desarrollar una actividad en el país.

• Residir en Andorra al menos 183 días al año.

• Depositar 15,000€ a la Autoridad Financiera Andorrana (AFA), no remunerado (recuperable).

• Presentar el contrato de alquiler o compra de una propiedad en Andorra.

• Realizar una revisión médica en el Departamento de Inmigración de Andorra.

• Curriculum vitae.

• Certificado de antecedentes penales con apostilla de la Haya del país de origen o de donde se haya residido anteriormente.

La residencia activa por cuenta propia tiene una vigencia de un año y se puede renovar hasta tres veces por períodos de dos años. Pasado este tiempo, se renueva cada diez años.

• Justificar un lugar de alojamiento en Andorra con un contrato de alquiler o escritura que acredite la compra de una vivienda.

• Disponer de un contrato de trabajo en una empresa de Andorra.

• Certificado de antecedentes penales con apostilla de la Haya del país de origen o de donde se haya residido anteriormente.

• Curriculum vitae y títulos formativos.

• Revisión médica satisfactoria ante el departamento de Inmigración de Andorra.

• Pasaporte y certificado de estado civil.

Este tipo de residencia permite vivir en Andorra sin trabajar. Está pensada para las personas que pueden demostrar solvencia económica para subsistir sin necesidad de empleo en el territorio. Existen tres tipos de residencia pasiva: no lucrativa, para profesionales con proyección internacional y por motivos de interés científico, cultural o deportivo.

• Inversión mínima de 600.000€ en bienes inmuebles, participaciones en el capital social de una empresa andorrana, en fondos propios de sociedades del país o en instrumentos de deuda emitidos por entidades residentes o por cualquier Administración Pública Andorrana.

• Permanencia mínima de 90 días al año en Andorra.

• Demostrar ingresos superiores al 300% del salario mínimo interprofesional vigente en Andorra y del 100% del mismo por cada persona a cargo.

• Depósito de más de 47.500€ (recuperable), más 9.500€ por persona a cargo, en la Autoridad Financiera de Andorra hasta que se resuelva la residencia pasiva.

• Seguro médico privado por enfermedad, incapacidad y vejez que cubra el 100% de los gastos médicos en Andorra y también para las personas a su cargo.

• Constituir o adquirir una sociedad andorrana que realice un 85% de su actividad fuera de Andorra.

• Demostrar la viabilidad económica del negocio mediante documentación oficial.

• Reconocimiento por logros en campos científicos, culturales o deportivos.

• Acreditar ingresos provenientes del campo de especialización.

• No requiere inversión mínima obligatoria.

La autorización inicial para la residencia sin actividad lucrativa se expide por un período de dos años prorrogables. La primera renovación es de dos años, mientras que la segunda de tres años y las renovaciones siguientes se otorgan por períodos de diez años cada una.

• Estabilidad financiera.

• Uno de los países más seguros del mundo.

• Sistema sanitario de copago (público-privado).

• Sistema educativo plurilingüe de alta calidad, con escuelas internacionales.

• Entorno ideal para amantes de la naturaleza, la montaña y los deportes al aire libre.

• Proximidad a grandes ciudades de España y Francia, como Barcelona o Toulouse.

• Marco fiscal atractivo.

Obtener la residencia en Andorra, ya sea activa o pasiva, ofrece múltiples beneficios y oportunidades. Es importante tener en cuenta que los requisitos y el proceso pueden ser modificados, por lo que se recomienda consultar con un asesor legal especializado en Andorra o contactar directamente con el Servicio de Inmigración andorrano para obtener información actualizada y detallada.

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