– EXTERIOR –

Madera y piedra

“Arbres El Tarter” ha sido diseñado pensando en la montaña que lo envuelve y en el disfrute de sus ocupantes. Cuenta con excelentes vistas y espacios que invitan al descanso además de todo tipo de comodidades para hacer lo más placentera posible la estancia en las viviendas.

El proyecto ha sido sometido a exigentes estándares de calidad en cuanto a eficiencia energética. Es capaz de reducir hasta un 80% el consumo y las emisiones de CO2 con respecto al de otras viviendas.

En este sentido, el diseño y la arquitectura bioclimática empleados hacen posible climatizar las viviendas con el mayor confort y el menor consumo.

A nivel de cimentación y estructura ha sido diseñado con forjados de losa de hormigón en plantas subterráneas y planta baja y con una estructura de paneles de CLT de madera maciza contralaminada cruzada para muros y forjados de planta primera y superiores.

La fachada se ha trabajado para que tenga unos acabados de calidad con materiales como la madera y piedra natural.

La climatización y renovación del aire es posible gracias a una calefacción mediante suelo radiante por red de calor externa al edificio (XC Soldeu-FEDA) con regulación individual de cada recinto. Además también incorpora una chimenea con quemador de bioetanol de alta gama de acero inoxidable en el salón con mueble integrado y diseñado contemporáneo a medida.

– INTERIOR –

Espacios funcionales y luminosos

La distribución de los pisos se ha realizado pensando en la comodidad de sus ocupantes, con espacios amplios, funcionales y luminosos. Por ello, los interiores son de diseño abierto. El objetivo, primar la luz, la ventilación y la amplitud.

El edificio cuenta con un sistema avanzando de domótica que permite automatizar y programar las tareas cotidianas del hogar y ser gestionadas de forma sencilla, rápida y eficaz.

*Todos los renders son orientativos y por cuestiones técnicas de proyecto pueden sufrir modificaciones.

– PATIO INTERIOR –

Luz y privacidad

Los casi 200 m2 de patio/jardín situado en el centro del inmueble y sobre el que se asoman las viviendas inunda de luz natural el interior de las mismas al tiempo que les otorga privacidad.

La inclusión de este recurso en el proyecto constructivo permite ofrecer una distribución exclusiva de los espacios.